miércoles, 18 de noviembre de 2009

Momentos como este.


Mis pies despegaban del suelo cuando jugabas al escondite entre tus largas pestañas, mirándome cuando creías que no me daba cuenta, y una sonrisa tiraba de las comisuras de nuestros labios en una mueca tonta, como dos peces bobos en mitad de un acuario; mientras la tarde moría en una sinfonía de tonos imposibles detrás de nuestro abrazo. Y ahora ya no hay tirantez en los labios, que acompañe el rubor color manzana de mis mejillas, no hay tardes que compongan sintonías de película romántica en colores pastel, no hay juegos de escondite, ni pestañas largas, ni besos de despedida que no se acaban porque ninguno de los dos nos queremos despedir. Ahora solo hay una pantalla que zumba bajito mientras aporreo las teclas desgastadas por tantas palabras derramadas en momentos como este.

No hay comentarios: