martes, 30 de diciembre de 2008

Calendarios




No entiendo por qué, cada vez que se acercan los últimos días del año, todas las cadenas televisivas, periódicos, revistas e, incluso, nosotros mismos, nos empeñamos en hacer un repaso del año: que si el acontecimiento más importante, que si la persona más influyente, que si el día más destacado...

Y yo, que no entiendo la manía del calendario...

El tiempo no existe, si no me crees, párate a reflexionar.

¿Qué es el calendario?

Es un artificio, una ideación, un yugo artificial a un echo natural incontrolable.

Estúpida división humana: días, semanas, meses, años...Estúpido y desesperado intento por comprender y controlar algo que es ajeno a nosotros, algo que nos aterra porque no lo podemos ni comprender ni controlar.

¿Qué hechos marcan realmente el ritmo de nuestras vidas?¿Realmente que mañana sea 31 de diciembre significa algo?¿Hay alguna marcha, alguna señal, que nos indique que todo lo pasado quedará atrás, que esto es una nueva etapa?

Es más, el calendario occidental o gregoriano, tal y como hoy lo conocemos, tiene apenas 5 siglos de existencia y se adoptó por una cuestión práctica: el anterior calendario juliano provocaba un desfase netre la fecha de celebración de la Pascua cristiana y el resto de las fiestas cristianas móviles a lo largo del año, así pues (una vez más) la Iglesia decidió las reglas por las que se regiría el mundo occidental.

Pero a nadie escapa que musulmanes, judíos o chinos (además de otros que existirán pero que, modestamente, desconozco) tienen su propio método de medir el tiempo...Entonces,¿para qué tanto artificio?¿Por qué tanto control?

Personalmente, (y aunque objetivamente sé que, por desgracia, ese tipo de división es necesaria en nuestro estresado y siempre con prisas "mundo moderno") prefiero otro tipo de valor a la hora de medir mi vida.

No me importan las horas, minutos ni segundos más de lo que deben en tanto que miembro de una sociedad que se rige por ellos.

Yo prefiro señalar en mi calendario los dias que realmente supusieron un cambio en mi vida. Aquellos días que, dejando de lado si eran 1 de enero o 23 de septiembre, supusieron algo para mi. Los días que me hicieron feliz o desgraciada; que encontré el amor o lo perdí; que empecé algo nuevo o cerré una etapa de mi vida...Prefiero marcar en rojo los días que realmente viví con intensidad, aquellos que me marcaron y me hicieron ser lo que soy. Los días que, fuese yo consciente de ello o no, me cambiaron la vida.