miércoles, 21 de julio de 2010

El acero de tus ojos

Te ríes con los ojos. Eso es lo que más me gusta de ti. Mil estrellas chispean en tu mirada, como las bengalas que me encantaban cuando era una cría, y me queman, como lo hacían la pequeñas brasitas que saltaban a mis manos, aún incandescentes, miles de pequeños picotazos que no hacían daño. Pones esa expresión pícara, de niño travieso, que me vuelve loca y se te arrugan las comisuras de los ojos. Te ríes con lo ojos y tus chispas encienden mi bengala, y mis ojos se ríen también. Y me quedo mirándote y me pierdo, fundiéndome en el cálido acero de tus ojos.