sábado, 8 de enero de 2011

Ángeles de bruma


Os conozco. Vosotras no lo sabeis, pero yo os conozco. Me cruzo con vosotras por la calle, en el cine, en los bares y os reconozco. Nunca habéis oido hablar de mi ni yo se vuestro nombre, vuestra historia, pero, aun así, siento que os conozco. Como un amigo de la infancia que ves inesperadamente en una foto.

Os cruzáis conmigo, con vuestras miradas de ojos opacos, vacíos de toda vida, que miran sin ver, ajenos al mundo que los rodea. Os cruzáis conmigo y reconozco vuestros rostros marmóleos, de piel tan fina que apenas el roce del aire la pudiera romper. Reconozco vuestras articulaciones prominentes, cansadas, que sobresalen a ambos lados de los músculos que se esfuerzan en unir y mantener erguidos. Reconozco vuestras ropas danzar a vuestro alrededor como una suerte de fantásmas de algún macabro baile de almas en pena. Reconozco las ojeras, perennes, bajo unos párpados demasiado cansados, a los que les cuesta dormir y que ya no recuerdan un sueño sin pesadillas. Reconozco el frío, que se nota en la cara, en el exceso de ropa, en la forma de andar, encorvadas sobre vosotras mismas. Reconozco vuestros trucos, vuestros secretos, vuestras mentiras. Y, sobre todo, reconozco esa infinita tristeza, esa amargura, ese dolor que os acompaña, como una sombra, incluso cuando esbozáis lo que antes fue una sonrisa. Quizá no conozca vuestro nombre, vuestra historia, vuestros alfileres clavados; pero hay tantas astillas comunes que mis uñas laten al recordarlas.

Os reconozco porque yo he estado ahí. Más o menos profundo, más o menos doloroso, pero ahí. Os reconozco porque en mi habita en monstruo que os tortura. Porque solo quien ha estado en el infierno reconoce a otro condenado.

Mi monstruo hace tiempo que está encadenado. Encerrado en una celda profunda, secreta, en lo más hondo de mi infierno. Ya casi no hace daño. Casi. A veces lo oigo rugir, lejano, tirar de las cadenas desesperado. Pero ya no puede alcanzarme, ya no puede hacerme más daño.

Han sido demasiadas las lágrimas, pero lo he doblegado. He dejado de ser ese ángel de bruma, etereo, frágil, condenado. Y no voy a engañaros, duele; pero, como nos decian de pequeños "si duele es porque está curando". El camino es duro, pero debéis andarlo; preparaos para tropezar, coged a alguien de la mano; os llagaréis los pies y el alma, tendréis miedo del futuro pero, al final, encallecidas y, por fin, sonriendo de nuevo, como antes, lograréis derrotarlo.

Y yo ya no os conoceré por la calle, ya no sereís ángeles de bruma, el monstruo del espejo estará encadenado.

lunes, 3 de enero de 2011

Sidewalk Empire

Aunque hace mucho tiempo que no hago uno de mis celebérrimos post-ensayoopinativos (celebérrimos en mi casa, a la hora de comer, cuando se los leo a mi perrita que me mira con una cara entre la indiferencia y el hastío mientras sigue royendo su hueso favorito), hoy voy a hacer una excepción. Y es que ya me están tocando los atributos, señores y señoras, con la dichosa Ley Antitabaco. Es obvio que me quejo porque me toca, esto es, porque soy una chimenea pero es que, en los últimos días, los fumadores parecemos habernos convertido en unos parias, unos pobres chivos expiatorios de la rabia y la frustación nacionales que, créanme, poco o nada tienen que ver con el tabaco. Una cortina de humo más, y nunca mejor dicho, de este gobierno perdido, desorientado, que va dando palos de ciego mientras intenta desviar nuestra atención de su manifiesta incapacidad para gobernar (lo cual no quiere decir que los otros vayan a hacerlo mejor).

El caso es bien sabido. No se puede fumar. Punto. En ningún espacio cerrado ni en ciertos espacios habiertos. La ley más restrictiva de Europa, según dicen. Hasta aquí, todo "bien", así, entre comillas. Mi libertad empieza donde termina la del otros y bla bla bla...Más discursos del talante y del buen rollito. Pero, cuestión aparte de lo que me parezca la ley, lo que no comprendo (y perdónenme por mi ignorancia) es la caza de brujas que se ha desatado contra los fumadores. 311 denuncias decía hoy Facua que había recibido. 311. En 2 días. Señores, ¿nos hemos vuelto locos?¿Cuál es este afán de joder al prójimo sea como sea?Al menos, apárquenlo en Navidad, coño, por aquello del espíritu de falsa bondad que nos inunda a todos en estas fechas. ¿Qué ganan con que multen a un "desaprensivo" que se fuma un cigarro mientras vigila a su hijo en el parque?¿O al pobre camarero que SI, FUMA, pero no puede dejar la barra porque el bar está a tope?¿Escarmiento?¿Sed de venganza?¿Una triste sensación de poder y triunfo en sus, por otra parte, tristes vidas?Respeto, señores. Ese mismo que ustedes exigen y que niegan a los fumadores.

Y es que, me repito, sigo sin entenderlo. ¿Qué problema hay en habilitar "peceras" para nosotros, los parias, dentro de los bares?No "zonas", como decía la anterior ley, y que daban pie a que el empresario de turno pusiera un cartel de "ZONA DE FUMADORES" en la mitad del local y listo. Peceras, espacios separados, un lugar donde tomarte el café o la copa tranquilamente, sin pasar frío ni calor, y sin molestar al resto. Porque no se el resto que harán pero una servidora, personalmente, si no puede echarse un piti tranquilamente mientras se toma el cafe con las amigas, se lo tamará en su casa, que es más barato y encima hay leche de soja, que la lactosa le cae regular. Y para aquellos que digan que para eso están las terrazas les diré: salid vosotros el 3 de Enero a una terraza, a ver qué gusto da, por mucha estufa y mucho plástico que haya. Y luego está el verano, que no sé en el resto de España, pero aquí, en mi tierra "Qué hermosa eres" con 45ºC a la sombra va a salir Clavijo a fumar a la calle, porque, que yo sepa, aún no se han inventado "setas" de esas que den frío. Además, no se si nadie lo ha pensado pero, tener derecho a terraza es algo caro, muy caro. Se paga por número de sillas, por mesas y no se pueden instalar en cualquier lugar, solo donde haya espacio suficiente para el paso y la terraza. ¿Cuántos bares pequeños no podrán permitirsela por la crisis?¿Cuánto "amiguismo" habrá a la hora de conceder y renovar las licencias?¿Cuánto se inflarán los precios por el esceso de demanda?¿Cuántos parados más vamos a crear?

Dicen también los que apoyan la ley que se evitarán gastos sanitarios en "rehabilitar" fumadores o en luchar contra el cancer de pulmón. Bien, ¿sabías que el porcentaje de casos por cáncer de pulmon en varones en España es del 18.4% y del 3.2% en las mujeres? Parece mucho, ¿verdad?¿Y si os digo que el porcentaje de obesidad infantil, en niños de entre 2 y 17 años, en España es del 27.6%?Esto debe ser, como poco, un aberración. Entonces, ¿por qué no prohibir los restaurantes de comida rápida, la bollería industrial, los snacks salados, las madres irresponsables que dan a sus hijos fritangas varias?¿No es eso más grave?¿No nos ahorraría esto millones en futuros tratamientos para obesos mórbidos y sus problemas derivados?

Dicen además (y esto es de lo que más gracias me hace, no lo puedo evitar? que así nos acercamos más a la Europa civilizada, al del norte, donde no se puede fumar casi en ningún lado. No acercamos más a la Europa civilizada, los cojones. Un país cuya fiesta nacional supone la tortura y el maltrato brutal de un animal; un pais donde cualquier soplagaitas chulo putas y/o su ramera de turno tienen acceso al prime time de cualquier cadena nacional pasando por delante y con más prestigio "profesional" que gente con 5 años de carrera a las espaldas; un pais a la cola del informe PISA, con unas tasas de abandono escolar que dan miedo; un pais primer consumidor MUNDIAL de cocaína (y encima, orgullosos de ser los primeros); un país donde un acto cultural, artístico, de música independiente es una joya rara solo disponible en grandes capitales y en dosis homeopáticas; un pais donde hay que luchar porque pongan carriles bici en las ciudades. Acarcarnos a la Europa civilizada, claro, lo que ustedes digan.

Reflexionando sobre todo esto, no podía evitar acordarme de la serie Boardwalk Empire, de HBO, centrada en la época de la "Ley Seca" en EE.UU con sus reaccionarios (en este caso, reaccionarias) de las Temperance Leage (O Movement)y sus enérgicas denuncias, campañas y protestas contra el alcohol; de los subterfugios (legales o no tan legales) buscados por los bares para seguir sirviendo algo que un gran porcentaje de la clientela demandaba; las penas y multas; los funcionarios del gobiernos sin nada mejor que hacer que perdeguir a pobres borrachuzos y bares que no tenían otro modo de subsistir; y cómo un paseo marítimo se convertía en el centro de toda esta acción...Pero, esto era diferente. El alcohol estaba prohibido, no su consumo (aqui pasa al revés, porque ningún gobierno es tan estúpido como para prohibir el tabaco, que le damos muuuuuuuuuuuchos impuestos), la gente tenía una mentalidad más cerrada, eran los años 20 del siglo pasado...Eso nunca pasará aqui. ¿Verdad?...¿VERDAD?